Las personas con Fibrosis Quística son más susceptibles a tener infecciones. Esto ocurre, en gran parte, por la alteración de las secreciones respiratorias.

En los niños pequeños con FQ las infecciones bacterianas más comunes son Staphylococcus aureus y Haemophilus influenzae. Este último no está relacionada con el virus de la influenza.

A medida que crecen la Pseudomonas Aeruginosa se convierte en la más común. Existen diferentes cepas y es uno de los agentes más dañinos.

El Complejo Burkholderia Cepacia es un patógeno que causa neumonía en personas con FQ, este se encuentra en el agua y el suelo; sobreviven en ambientes húmedos.

Estas bacterias se contagian por contacto directo con una persona infectada, por el uso de un objeto contaminado o por la inhalación de gotas que se dispersan al inhalar o al toser.

Es importante estar atentos a cambios en los síntomas y asistir a los controles médicos para lograr un manejo oportuno. Se debe evitar la automedicación; una buena comunicación con los profesionales de la salud es fundamental.

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