Los despertares nocturnos son un tipo de trastorno del sueño en donde una persona no logra permanecer dormida durante toda la noche. Después de despertar es posible que no se vuelva a conciliar el sueño o que se retome, pero vuelva a ocurrir tiempo después.

En personas con Fibrosis Quística esto ocurre con más frecuencia y puede llevar a mayor fatiga y falta de energía, disminución de la respuesta a la insulina, alteración en el sistema inmune, entre otros. Algunos factores que pueden evitar un buen sueño son la tos crónica, dolor y dificultad respiratoria.

Es importante consultar con los profesionales de la salud cuando esto ocurre para lograr un mejor manejo y evitar complicaciones.