El hígado es un órgano que puede verse afectado por la Fibrosis Quística. Se conoce como Enfermedad Hepática Asociada a Fibrosis Quística o CFLD (Cystic Fibrosis Liver Disease) a la enfermedad del hígado causada por bloqueos de los conductos.

Aunque cerca del 30% de las personas con FQ desarrollan problemas en el hígado, solo el 8% tiene complicaciones graves. En la mayoría no se presentan síntomas, cuando avanza pueden producir aumento de peso, hígado o bazo grandes y en raras ocasiones ictericia (piel amarilla) o sangrado.

Asistir de forma juiciosa a los controles médicos es la mejor manera de tener un diagnóstico temprano que permita evitar complicaciones.