Lograr el equilibrio entre la Fibrosis Quística y los requerimientos laborales presenta algunos retos.
Para superarlos tenemos las siguientes recomendaciones:
– Crea un horario y mantenlo: Tener horas fijas para realizar los tratamientos y ejercicios ayuda a priorizar la salud y a mantener una buena organización para poder trabajar.
– Habla claramente sobre la FQ con compañeros de trabajo y jefes: Es importante que sepan que la tos es constante pero no contagiosa y que es posible que se necesiten permisos para asistir al médico o ausentarse por hospitalizaciones. También se puede pedir a los profesionales de la salud que escriban una carta describiendo los aspectos más importantes de la FQ para derribar mitos.
– Mantén una carga laboral razonable: El exceso de trabajo o de estrés hace que el cuerpo sea más vulnerable a infecciones.
– Recuerda incorporar el ejercicio dentro de tu rutina: Esto debe ser una prioridad y puede servir de ejemplo para que más personas también lo hagan.
– Aprende herramientas para manejar el estrés: Existen diversas alternativas que van desde ejercicios respiratorios hasta mindfulness o meditación. Mantener una buena conexión con amigos y familiares es una gran ayuda.
Cada persona desarrolla diferentes estrategias para lograr un equilibrio entre el cuidado y otras actividades.